En la modalidad de Demanda, las empresas podrán organizar y gestionar la formación de sus trabajadores por sí mismas, o bien contratar su ejecución con centros o entidades especializadas. En este último caso, los citados centros o entidades deberán asumir, al menos, la coordinación de las acciones formativas, no pudiendo delegar ni contratar con terceros el desarrollo de dicha coordinación.
Todas las empresas mediante un acuerdo por escrito podrán agruparse voluntariamente para organizar la formación de sus trabajadores, indicando la entidad organizadora que gestiona y organiza todo los cursos. En este caso, las bonificaciones se aplicarán por las empresas agrupadas en sus respectivos boletines de cotización.